La medida es en protesta porque los trabajadores consideran que hay un «abandono por parte del Estado», ya que no cuentan con los elementos necesarios, seguridad y baños en condiciones.
Aseguran que solo reciben combustible y que los cooperativistas deben hacerse cargo del mantenimiento de las maquinarias que se utilizan.
Se estima que 200 toneladas de basura llegan al lugar y que al menos 100 personas viven del «cartoneo» sin recibir la beca prometida oportunamente.
